Asociaciones Civiles. 

  
ASILO DE ANCIANOS SAN JOSÉ. 
 

Esta importante obra piadosa, nace por iniciativa de Don Manuel Negrete Mancilla, en el año de 1965, después de reunir $1,000.00 entre Dionisio García, Juan Barriga y el propio Sr. Negrete, lo instalan en el viejo y abandonado panteón municipal, que estaba en la salida a El Aguacate (donde actualmente se encuentra la cancha de fut-bol de el club deportivo “El Globo”) terreno que fue donado por Don Jesús Zepeda Rosas, y funcionó como segundo panteón hasta 1963, en que se inauguró el actual por el camino a El Limón. Se le puso el nombre de Asilo de Ancianos “Padre Jerónimo Pérez”.
 
Después de luchar, el grupo inicial logró recibir la ayuda de la iglesia y los vecinos, quienes lograron reunir dinero para comprar un terreno, y poder construir un local adecuado para las necesidades mínimas de los internos; compraron la casa que por muchos años fuera sede del Colegio Occidental, local que con ayuda del pueblo se había logrado comprar, y que quedó en manos de la familia del cura Zamora, y sus hermanas la vendieron par el asilo en la cantidad de $30,000.00 en 1979. La construcción duró seis años, duros y difíciles, pero al fin se construyó un hermoso y funcional edificio frente a la Alameda Municipal, que se llama ahora Asilo de Ancianos San José.

 
CRUZ ROJA. 
 

Por iniciativa de Ramiro Hernández Flores se fundó un puesto de socorro en El Grullo, que dependía de la Delegación de Cruz Roja de Autlán.
 
Lo apoyaron el Dr. Jesús Pelayo P., el Dr., Pedro Rubio Sánchez y el socorrista Delfino Velasco L.
 
El 11 de septiembre de 1980 se formó el primer comité, ese mismo día se bendijo el local que era una parte de la Biblioteca, en Gral. Anaya # 4, prestado por el H. Ayuntamiento, quedando así instalado el puesto de socorro de l Cruz Roja en El Grullo.
 
Como Comandante y Subcomandante se nombró a Delfino Velasco y Raúl Arias. En 1984 cambia el Patronato y en este periodo se consigue la Delegación, pero en 1985 se cambian a Valentín Velasco # 19, y por lo inadecuado del local se cierra en 1988 por indicaciones del Delegado Estatal, Sr. Alfonso martín del Campo.
 
Vuelve a formarse otro Patronato el 8 de marzo de 1988; se pide en comodato del local del antiguo rastro y empieza a adaptarse, para reabrir la delegación que se inaugura en Obregón # 350 el día 30 de julio de 1989.

LAS CÁRCELES DE EL GRULLO. 

La primera cárcel que hubo para encerrar a los delincuentes fue el Jardín Municipal, había un tronco enterrado, actualmente se encontraría cerca de el monumento a Miguel Hidalgo, y allí los amarraban, como si fueran animales a la vista de todos.
 
La segunda cárcel, fue construida en 1895, por los grullenses Ramón Ochoa, Maximinio Vargas, Francisco Rosas, José Gómez, José Ruelas y Benito Pimienta, estaba donde hoy son las oficinas de Correos, y era un cuarto oscuro lleno de chinches que funcionó hasta 1965.
 
La tercera parte fue construida por el ayuntamiento municipal 1965-1967 presidido por el Dr. Andrés Gómez Enciso, quien construyó dos modernas celdas, donde hoy es la Presidencia Municipal.

  
LA CAPILLITA. 

Se inició su construcción en el año de 1930, luego de una idea que tuvo Don Gregorio Ramos González, al acompañar a su tía María de Refugio Covarrrubias, al cerrito a extender cera a asolearla, después Don “Goyo” subió a la cima del cerro y observó el hermoso panorama del pueblo. Esta idea se la comentó al padre Zamora quien estuvo de acuerdo con él. Don Miguel Zepeda Rosas donó el terreno y se formó un patronato para su edificación, quedando al frente del mismo Gregorio Ramos González y Eduardo Cisneros, habiendo recibido la ayuda de los hijos ausentes y todos los vecinos de El Grullo.
 
Fue inaugurada el día 12 de diciembre de 1945, celebrándose una misa oficiada por el Obispo de Colima, Don Ignacio de Alba y el sacerdote de Guadalajara y gran orador Don Juan Bernal, tiene de campana la que existía en Ayuquila fechada en España en 1472. La capilla cuenta con obras del artista Amparo Casillas.

LA PARROQUIA STA. MARÍA DE GUADALUPE. 

El Grullo como en casi todos los pueblos de México, su religión es la católica, desde la época de la Hacienda, se ha manifestado un amor y fervor por la Virgen de Guadalupe, su patrona.
 
La Sra. Rufina Godoy Michel, apoyada por su madre Ignacia Michel, donó una troje grande para la construcción del templo, y le solicitó al Párroco de Autlán, Justo Urtiz, su ayuda en esta noble tarea. Convencido el cura Urtiz de la urgente necesidad que tenía El Grullo para tener mejores servicios religiosos, escribe el 14 de diciembre de 1872 al Obispo de Guadalajara una carta solicitándole permiso para construir una iglesia que tuviera atrio, sacristía, escuela y camposanto.
 
Una vez recibida la autorización para la construcción de parte del Obispo, y luego de tomar una serie de medidas que deberían seguirse estrictamente en su edificación, procede el Párroco Urtiz a preparar todo lo necesario para tan difícil obra, que para El Grullo de 1876, con pocos habitantes, escasos empleos y bajos recursos económicos, representaba una obra de magnitudes desproporcionadas.
 
El 10 de Febrero de 1876, en medio de una fiesta popular se colocó la primera piedra de la iglesia de Sta. María de Guadalupe. Estuvieron presentes todo el pueblo, y la ceremonia fue presidida por el padre Urtiz y Don Saturnino Araiza.
 
Fueron 17 años de duro trabajo, los que necesitaron los grullenses para ver coronado su esfuerzo.
 
Destacaron como bienhechores de la constricción: Micaela Espinoza, Sóstenes López, Luis Espinoza, Catarino Naranjo, Marcelino Rosas, Jesús Nava, Pedro Preciado, Hermenegildo Rentaría, Gregorio Michel, Florencia Topete, Florencia Topete, Ramón Gómez, Dolores Gómez, Pablo Mardueño, Tomás Preciado, José Corona Araiza, Mariano Michel, José Gómez, Pedro Gómez, Juana Moreno, Zacarías Mojica y Felipe Michel.

Un 12 de Enero de 1893, se hizo la bendición y se ofició un misa de función concelebrada por los sacerdotes Febronio Rodríguez, Ángel Uribe, Abundio Fuentes, Justo Urtiz y el nuevo párroco de Autlán Luís Uribe, fungieron cómo padrinos Don Francisco Espinoza Zamora y su distinguida esposa Doña Juana García, y el ganadero y agricultor Don Tomás Preciado (abuelo de Lino Preciado) y la Srta. Francisca Santana.
 
En 1899 Don Valentín Velasco construyó el atrio, rodeándolo con un barandal de fierro.